La Teosofía
LA TEOSOFÍA
“La Teosofía es ese océano de
conocimientos que se extiende desde una orilla de la evolución de los seres
conscientes a la otra; insondable en sus partes más profundas, ofrece a las
mentes más eminentes la esfera de acción de mayor ámbito y alcance, y, sin
embargo, poco profunda en sus orillas, no abrumará la comprensión de un niño.
La Teosofía es sabiduría concerniente a Dios para aquéllos que creen que Él,
está en todas las cosas y en todo, y es sabiduría tocante a la naturaleza para
el hombre que acepta la declaración de la Biblia Cristiana de que Dios no puede
ser medido ni descubierto y que las sombras envuelven su pabellón. Aunque el
vocablo Teosofía contiene etimológicamente el término Dios, y a primera vista
aparenta abarcar sólo la religión, no por ello descuida la ciencia, porque la
Teosofía es la ciencia de las ciencias y por lo tanto ha sido llamada la
Religión-Sabiduría.
Puesto que ninguna ciencia es completa si excluye un solo
aspecto de la naturaleza, ya sea visible o invisible, asimismo toda religión
que dependiendo simplemente de una supuesta revelación se desvía de las cosas y
las leyes que las gobiernan, no es sino una ilusión, un enemigo del progreso,
un obstáculo en la marcha progresiva del hombre hacia la felicidad. Abarcando
ambos, lo científico y lo religioso, la Teosofía es una religión científica y
una ciencia religiosa.
No es una creencia ni un dogma
formulado o inventado por los hombres, sino un conocimiento de las leyes que
gobiernan la evolución de los constituyentes físicos, astrales, psíquicos e
intelectuales de la naturaleza y del hombre. La religión de hoy no es sino una
serie de dogmas promulgados por los hombres y sin fundamento científico hacia
los mismos principios éticos que ella enseña; mientras tanto nuestra ciencia hasta
ahora ignora lo invisible y, rehusando admitir la existencia en el hombre de
una completa serie de facultades interiores de percepción, queda excluida del
inmenso y verdadero campo de experiencia que yace dentro de los mundos visibles
y tangibles.
La Teosofía sabe que el todo está constituido por lo visible y lo
invisible; y comprendiendo que las cosas y objetos externos son sólo
transitorios, ésta percibe los hechos reales de la naturaleza, tanto externos
como internos. Por tanto, la Teosofía es completa en sí misma y no percibe en
ninguna parte misterio alguno sin solución; por ello elimina la palabra
coincidencia de su vocabulario y proclama el reino de la ley en todas las cosas
y en todas las circunstancias.
Que el hombre posee un alma inmortal
es una creencia común de la humanidad; a esto la Teosofía le añade que el
hombre es un alma, y aún más, que toda la naturaleza es consciente, que la
inmensa variedad de objetos y hombres no son simples agregados de átomos
accidentalmente acumulados, y por tanto sin ley que desarrolle ley, sino que
hasta el más ínfimo átomo es alma y espíritu perpetuamente evolucionando bajo
el dominio de una ley inherente en todo. La enseñanza Teosófica es idéntica a
la de la antigüedad que dice que la marcha de la evolución es el drama del alma
y que la naturaleza no existe con ningún otro fin que el de servir para la
experiencia del alma.
El Teósofo está de acuerdo con Aldous
Huxley en su declaración de que deben existir seres en el universo cuya
inteligencia se halla tan avanzada en relación a la nuestra como la nuestra a
la del escarabajo; que tales seres toman parte activa en el gobierno del orden
natural de las cosas. Avanzando todavía más a la luz de la confianza que él
deposita en sus maestros, el Teósofo añade que tales inteligencias fueron una
vez humanas y que al igual que nosotros, ellos también vinieron de previos
mundos en donde era factible adquirir una experiencia tan diversificada como es
posible de ser adquirida en este globo. Por lo tanto, nosotros no estamos apareciendo
por primera vez cuando descendemos a este planeta, sino que hemos seguido un
largo e inconmensurable curso de actividad y percepción inteligente en otros
sistemas de globos, algunos de los cuales fueron destruidos edades antes de la
condensación del sistema solar.
Y si la Teosofía
es, como se dijo, científica y religiosa, entonces, desde el punto de vista
ético tenemos aún más pruebas. Una poderosa Triada actuando con y por medio de
los principios éticos, la forman Buda, Confucio y Jesús. El primero, un hindú,
establece una religión que hoy abarca muchos más prosélitos que el
cristianismo, enseñando, centurias antes de Jesús, la misma ética que éste
enseñó y que había sido ya promulgada siglos antes de Buda. Jesús, que viene a
reformar a su pueblo, repite esta ética antigua, y Confucio hace lo mismo en la
antigua China.
El Teósofo
afirma que todos estos grandes nombres representan miembros de una misma
doctrina. Que tales caracteres extraordinarios que aparecen de cuando en cuando
dentro de la civilización occidental, como San Germán, Jacob Boehm, Cagliostro,
Paracelso, Mesmer, el Conde de San Martín y la señora H. P. Blavatsky, fueron
agentes encargados de cumplir en el momento propicio el trabajo. Es cierto que
ellos son generalmente ultrajados y calificados como impostores, aunque nadie
puede decir por qué lo son, ya que generalmente ellos confieren beneficios y
trazan proyecciones o hacen descubrimientos que resultan de gran valor para la
ciencia después de su muerte.”
Pero el mismo
Jesús sería tildado hoy de impostor si apareciese en una iglesia del Estado de
Pensilvania, en la ciudad de Boston, o en cualquier otro lugar de la tierra,
reprochando a los profesos cristianos las atrocidades cometidas por sacerdotes
y obispos, consentidas durante siglos por Papas, contra menores inocentes.
“Paracelso fue
el creador de valiosos métodos y tratamientos médicos, ahora universalmente
adoptados y practicados. Mesmer enseñó el hipnotismo bajo otro nombre. Madame
Blavatsky introdujo una vez más a la atención de Occidente el sistema más
importante, referente al hombre, su naturaleza y su destino. Pero todos ellos
por igual son calificados de impostores por gentes que no tienen ninguna
filosofía original propia, y cuyas clases mendicantes y criminales exceden en
grado de miseria y en número a los de cualquier otra civilización de la
tierra.”
“La Teosofía se expone ante el mundo como
etapa que debe realizarse permaneciendo cada hombre en su propia senda,
siguiendo cada uno en su propia religión o en su ateísmo, agnosticismo, deísmo,
escepticismo religioso o en el librepensamiento. No necesita pasar de una religión a otra, no
es necesario hacer prosélitos en una fe para otra, todos los credos son
igualmente divinos, pues todos tienen el mismo origen y se encaminan a la misma
meta; cada raza encuentra la verdad en su propia religión, y solo se equivoca
cuando niega la inspiración divina a la religión de sus hermanos; cada uno está
en posesión de la verdad cada vez que eleva sus brazos en adoración; pero está
en un error cuando repele con ademán iracundo, cuando cree que su voz es, y debe ser, la única que
pueda elevarse hasta el trono divino; yerra cuando niega a sus hermanos el
mismo Padre que reclama para sí.”
“Lo que, en el secreto de los templos, lo
que con misterio se enseñaba a los que se iniciaban en los Misterios, fueran
menores o mayores, sale a la luz, de nuevo, en el siglo XIX y se comunican
aquellas enseñanzas, sin juramentos ni pruebas, sin suspicacias ni recelos, y
sin temor a ser condenados como lo fue Sócrates y otros, a beber la cicuta, por
irreligiosos y blasfemos.”
Todos esos misterios, eran una manera de
comunicar al vulgo, por conducto de los sabios y filósofos que se iniciaban,
las enseñanzas que allí aprendían y en donde Pitágoras, Platón y otros mil,
adquirieron los estudios que después derramaron en sus escritos y comunicaron a
los discípulos predilectos y aptos para ello, después de puestas a prueba sus
condiciones morales.
Las leyes cíclicas de la civilización no
las encontraremos excavando durante años y años en el mismo lugar, rescatando
dientes cariados, mandíbulas maltrechas y momias.
Si mañana ocurriese un cataclismo que
sepultase la mayoría de nuestra civilización actual, con todos nuestros
juguetes tecnológicos, con nuestros avances en todos los campos, los
descendientes de los pocos que sobreviviesen, desearán saber dentro de 3.000 ó
10.000 años como eran sus antepasados. ¿A qué conclusiones podrán llegar si se
ponen a excavar donde hoy viven las tribus yanomamis, o cualquiera de las tribus
beduinas, o los bosquimanos del desierto del Kalahari, o en una de las
innumerables y miserables aldeas de África?
Cuando conocemos la destrucción de las
siete Maravillas del Mundo, de las cuales apenas las pirámides y la esfinge
quedan en pie, mientras las demás, y otros mil templos y gigantescos palacios,
lentamente se han ido convirtiendo en el polvo de los desiertos, ¿abrigamos la
presunción de que nuestros libros, nuestros periódicos, nuestros teléfonos y
otros mil cachivaches tecnológicos por el estilo, pasarán intactos a la
posteridad para admiración y enseñanza de las civilizaciones venideras?
Se pregunta Helena P. Blavatsky:
“¿Se
han preocupado los arqueólogos de investigar, quienes fueron los Pelasgos,
antepasados, según Herodoto, de los helenos? ¿Quiénes fueron también los
Etruscos, esa raza admirable y misteriosa para el historiador, cuyo origen es
un insondable misterio? Lo que de ellos se conoce, solo demuestra que fueron
los descendientes, tal vez los antepasados, de una larga serie de prehistóricas
civilizaciones.
¿Quiénes
fueron los pelasgos, que aparecen como un pueblo intelectual en grado sumo;
capaz, activo, ocupado principalmente en la agricultura, sin dejar de ser
guerrero; pueblo que construía canales que hoy admiran nuestros ingenieros,
obras hidráulicas subterráneas que asombran, presas o diques y murallas
ciclópeas como las de Tarragona en España y las de Tirinto citadas por Homero,
las de Epiro y Micenas en Grecia, y de quienes se cree fueron los inventores de
los caracteres cadmeos o fenicios, y de los que han derivado todos los
alfabetos europeos?”
Y continúa:
«¡No
hay huellas de antiguas civilizaciones!» se repite, pudiendo preguntar
nuevamente: ¿Quiénes eran los Etruscos? ¿Habremos de creer todos los
occidentales, que sólo transcurrieron unos cuantos siglos desde que fueron una
tribu nómada y salvaje, entre la poderosísima, la gran civilización de los
predecesores del pueblo romano, los Tuvsenios,
como les llamaban los griegos, con sus doce grandiosas ciudades, únicas
conocidas y atestiguadas por la historia, con sus construcciones monumentales y
sus artes plásticas y pictóricas? ¿Podrá seguir imponiéndose la idea de que los
Fenicios, con su ciudad de Tiro, 2750 años antes de Cristo, con su comercio,
sus flotas, su eminente cultura, sus artes y civilización, eran unos cuantos
siglos antes de la construcción de dicha ciudad, una pequeña tribu de
pescadores? ¿O bien que la guerra de Troya no pudo ser anterior al año 1184 de
nuestra Era, teniendo por tanto que situar la Magna Grecia entre los siglos
VIII y IX antes de Cristo, en vez de los siete mil años como lo reclamaron
Homero, Platón, Aristóteles y los poemas Ciclicos, fundados hacía miles de años
en otros más antiguos?
Si
el historiador cristiano, obligado por su cronología, así como el
librepensador, por falta de datos necesarios, se ven forzados a condenar toda
cronología que no sea occidental, ¿cómo podrá lograr la verdad ningún europeo
con tales guías?”
“Cuando
los historiadores occidentales, - sigue diciendo
Blavatsky - en su reivindicación de
civilizaciones antiguas, hayan probado de modo incontestable, por lo menos,
quienes eran los pelasgos y quienes los etruscos, así como los Yapigios, tan
misteriosos como aquellos, quienes tuvieron conocimiento también antes que los
Fenicios de la escritura, según está probado por sus inscripciones, entonces,
tal vez, se sabrá como la moderna Florencia ha elevado su hermosa forma actual
sobre la antigua tumba de la Florencia Etrusca, que a su vez habíase alzado
sobre los restos, hoy ocultos, de otras ciudades aún más antiguas.
Del
mismo modo Arenzo, Perugia, Lucca y muchos otros sitios europeos ocupados ahora
por ciudades modernas, se hallan cimentadas sobre las reliquias de
civilizaciones arcaicas, de cuyos nombres, hace ya siglos, se perdió el eco.”
“La
ciencia Oriental tiene a mano muchos y variados materiales dignos de crédito,
fundándose en la fuerza del testimonio documental dejado por Yavanâcharya
(Pitágoras) 607 años antes de Cristo, en la India, y en los anales de su propio
templo nacional, que en lugar de cientos de años se le pueden conceder
confiadamente algunos miles de años, la fundación de Cumas en el Asia Menor y
de la magna Grecia, de la que fue aquella el asiento primitivo; pues la
civilización de esta última habíase gastado y perdido mucho, cuando Pitágoras,
el gran discípulo de los Maestros Arios, fue a Crotona.”
“Las
sociedades progresan, pero de lo subjetivo a lo objetivo, de lo ideal a lo
plástico; hay épocas de transición en que las civilizaciones son efímeras, son
rápidas, sirven solo para sentar bases para otras más firmes, más estables, más
grandiosas, más duraderas, y siguiendo ese progreso gradual, los directores de
la humanidad, los grandes maestros, impulsan las razas, despiertan sus
inteligencias, procuran que lo invisible, que lo inmaterial se abra paso a lo
que es visible, que los senderos puedan encontrarse tan fácilmente hoy como en
otros tiempos, ya que los Maestros del pasado, son los Maestros del presente,
como serán los del porvenir.
Ellos
nos enseñan y nos dicen, cuando queremos escuchar su voz, que lo que nuestros
antepasados oyeron y aprendieron en el secreto de los templos, eso ¡no se
perdió!”
Dice el Mahatma K.H. al respecto:
“El
grupo de islas a la altura de las costas siberianas descubiertas por
Nordeneskjol (1) del "Vega", se encontró que estaban sembradas
de fósiles de caballos, ovejas, bueyes, etc., entre huesos gigantescos de
elefantes, mamuts, rinocerontes y otros monstruos pertenecientes a los períodos
en los que el hombre —dice la ciencia de ustedes— todavía no había hecho su
aparición en la tierra. ¿Y cómo es que se encontraron juntos caballos y ovejas
en compañía de gigantes "antediluvianos"? En las escuelas se nos ha
enseñado que el caballo es una invención bastante moderna de la naturaleza y
que ningún hombre vio nunca a su antepasado pedáctil. El grupo de las islas
siberianas puede dar un mentís a tan cómoda teoría.
Se
comprobará muy pronto que la región prisionera del invierno eterno y no
habitada por el hombre —el más frágil de los animales— no sólo ha tenido un
clima tropical —algo que vuestra ciencia sabe y no discute— sino que ha sido
igualmente el asiento de una de las civilizaciones más antiguas de esa cuarta
raza...”
Nosotros añadimos: cuando el sol brilla,
su luz no se difumina por el hecho de no brillar de noche. Lo mismo decimos de
la verdad: no importa cuantos siglos permanezca oculta a la vista de las
personas corrientes. ¡Cuando aparece deslumbra con su brillo!
"El error y la mentira se precipitan
por un plano inclinado, mientras que la verdad tiene que ir penosamente cuesta
arriba.”
(1)
En la expedición dirigida por
Nordenskiöld en 1878 el barco, llamado “Vega”, llevaba una tripulación de 21
personas y estaba al mando del capitán Palander.
El “Vega” partió de Karlskrona, en
Suecia, el 22 de junio de 1878, doblaron el cabo Cheliuskin en Siberia el diez
de agosto, quedó atrapado por el hielo a finales de septiembre cerca del
Estrecho de Bering. El barco permaneció aprisionado todo el invierno. Al llegar
el verano del año siguiente el barco pudo ser liberado de los hielos, continuó
su travesía y tras atravesar el cabo Dezhneva, alcanzó Port Clarence, en el
territorio de Alaska, y luego Yokohama, en Japón, donde llegó el 2 de
septiembre de 1879. Para volver a Europa rodeó Asia y cruzó el Canal de Suez.
Bibliografía:
Conferencias – Swami
Vivekananda/ Los yogas – Swami Vivekananda/ Karma
Yoga – Swami Vivekananda/ Raja Yoga – Swami Vivekananda/ Gnani Yoga - Yogi Ramacharaka/ Hatha Yoga – Yogi Ramacharaka/ Catorce lecciones Yogi – Yogi
Ramacharaka/ El Mensajero del bien
venidero – Gurdjieff/ La vida es real cuando Yo Soy – Gurdjieff/ Encuentro con hombres notables – Gurdjieff/ El Cuarto Camino – Ouspensky P.D./ Mahabharata – Vyasa (Versión
inglesa de Kamala Subramaniam traducida al castellano por Emilio Faro)/ El Kibalión – Los tres iniciados/ Cartas De Los Maestros De Sabiduría,
1881-1888 - C. Jinarajadasa/ Cartas
Mahatmas - A. P. Sinnett / El mundo
oculto – A. P. Sinnett/ Catecismo Budista – Henry Olcott/ La raza futura - Edward Bulwer Lytton/ El libro de los Espíritus – Allan
Kardec/ La luz de Asia – Edwin
Arnold/ Genealogía del hombre – Annie
Besant/ El país de los ciegos – H.G.
Wells/ La guerra de los mundos – H.G.
Wells/ Las Estancias de Dyzan – H.P.
Blavatsky/ Doctrina Secreta, Volúmenes I
a VI – H.P. Blavatsky/ La voz del
silencio – H.P. Blavatsky/ El Océano
de la Teosofía – W. Q. Judge/ Ecos
de Oriente – W. Q. Judge/ Upanishads
– Anónimo/ Bhagavad-gītā – Anónimo
(Traducción de Julio Pardilla)/ Yoga
Vashista – Un compendio - Ernesto
Ballesteros Arranz/ Science and
the Emotions. Edward Clodd - Discurso
pronunciado en la South Place Chapel Finsbury, London, diciembre 27, 1885/ The Story of Creation: A Plain Account of
Evolution – Edward Clodd/ Historia
del Desarrollo Intelectual de Europa - John William Draper/ Essays on Some Controverted Questions. Londres
1891- Aldous Huxley/ Ethica – Baruch de Spinoza/ Tratado de la Reforma del Entendimiento –
Baruch de Spinoza/ Primeros
Principios – Herbert Spencer/ Confesiones
– San Agustín Luz en el sendero – Mabel Collins / Castillo interior – Santa Teresa de
Ávila/ Cántico Espiritual – San Juan
de la Cruz/ Philocalie - publicada
en 1782 por Nicodemo el Hagiorita/ Wen –
tzu -
Lao Tse (Versión de Thomas Cleary)/ Tao
Te Ching – Lao Tse
(Versión bilingüe de Wang Pi y traducción de José Ramón Álvarez)/ Hua
Hu Ching – Lao Tse (Versión
de Brian Walker)/ Popol-Vuh - Traducción
de la versión francesa del profesor Georges Raynaud, director de estudios sobre
las religiones de la América Precolombina, en la Escuela de Altos Estudios de
París, por los alumnos titulares de la misma MIGUEL ÁNGEL ASTURIAS y J. M.
GONZÁLEZ DE MENDOZA./ EL Libro de los Secretos - Deepak Chopra/ Los Señores de la Luz.
- Deepak Chopra.
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